La responsabilidad de dar conferencias dando el ejemplo

A los padres

Es bien sabido que los actos se comunican mejor que las palabras, y simplemente no hay mejor manera de adquirir nuevos hábitos que cambiando la forma en que actuamos. En este sentido, queremos promover la responsabilidad ambiental a través del compromiso y la acción. Pero un problema tan grave y arraigado en los hábitos pasados y presentes hace inevitable que las acciones requeridas trasciendan las que están al alcance de los miembros más pequeños de la familia. Es un deber moral y una deuda medioambiental que los adultos y los padres deben asumir, no solo para reparar el daño causado, sino también para dar el ejemplo a las nuevas generaciones a través de la acción.

Tan necesario como evitar el uso de plásticos desechables en nuestra vida cotidiana, como es necesario, es liderar actividades como la recolección de residuos plásticos en nuestra comunidad, promoviendo la conciencia sobre la contaminación plástica en todas las áreas posibles, como, por ejemplo, los padres y grupos representativos en la escuela de nuestros hijos, lugares de culto o incluso negocios locales; apoyar la adopción de políticas que regulen o prohíban el uso de plásticos desechables por parte de los gobiernos regionales, etc. La lista podría ser tan extensa como el grado de participación que decidamos tener, y debemos involucrarnos de manera efectiva de manera profunda, ya que solo entonces, ¿podemos generar cambios tangibles y duraderos? Esta es la única forma en que podemos lograr un cambio de paradigma en la relación entre la sociedad y los plásticos, especialmente los plásticos desechables y los que se usan para empaques y empaques.

Incluso cuando estamos al borde de la contaminación plástica casi permanente del medio ambiente, nunca es demasiado tarde para comenzar a tomar medidas. Lo que realmente puede marcar la diferencia es que hacemos, al menos, lo suficiente de manera permanente, y para eso, debemos adoptar conscientemente estos nuevos hábitos mucho más allá de las actividades que queremos compartir con los miembros más jóvenes de la familia; es decir, tenemos la obligación como adultos de informarnos y creer que podemos comenzar el cambio requerido para mejorar un poco el planeta, el que queremos para nosotros y para ellos.

La humanidad está ahora en una encrucijada. Todavía hay tiempo para elegir entre continuar en el camino en el que estamos, arrogancia, egoísmo, falta de empatía, contaminar el medio ambiente o lograr una mayor conciencia, promover acciones correctivas, educación y una mayor responsabilidad para el futuro de todos.

La eterna lucha del bien contra el mal.

"Lo único necesario para el triunfo del mal es que el hombre bueno no haga nada".
Edmund Burke (1729-1797), escritor, filósofo y político irlandés.