Manglares y camas de pastos marinos, ¿son filtros, refugios ...?
Son los dos!

Los lechos de algas marinas junto con los manglares forman un hábitat importante que sirve como vivero para diversas especies de peces e invertebrados, que se trasladan a los arrecifes de coral y otros ecosistemas a medida que maduran. También son una fuente importante de alimento para herbívoros, como tortugas verdes, manatíes, dugongos, etc., pero también para omnívoros que se alimentan de invertebrados y otros animales que viven entre las plantas. Varias especies de peces que habitan los arrecifes de coral van a los lechos de pastos marinos por la noche para alimentarse y regresar a la protección de los arrecifes durante el día. Las densas raíces que se encuentran en la mayoría de los lechos de pastos marinos y los manglares aseguran el fondo del mar, evitando así que las corrientes golpeen los arrecifes de coral con heces marinas y también protegen las costas y comunidades costeras durante las tormentas oceánicas. Pero no solo tienen esta importante tarea, sino que entre los pastos marinos y los manglares pueden filtrar muchos contaminantes del aire como el CO2 y filtrarlos para crear un ambiente más limpio, sino que también son tan buenos en esto que pueden filtrarlos. contaminantes hasta 100 veces más rápido que un árbol continental. A medida que las plantas de pastos marinos y las hojas de mangle mueren y se desintegran, son enterradas, atrapando estos residuos de CO2 en el sedimento marino. El dióxido de carbono almacenado en los sedimentos de los ecosistemas costeros de manglares y pastos marinos se conoce como "carbono azul" porque se almacena en el mar.

Las actividades humanas locales a menudo dañan los lechos de pastos marinos. La contaminación, las prácticas de pesca destructivas y las perturbaciones físicas directas (p. Ej., Redes de arrastre, descargas de contaminantes, etc.) amenazan los lechos de algas marinas en todo el mundo y los científicos estiman que hasta 50% del área total cubierta por los lechos de algas se ha perdido en las últimas décadas. Los manglares sufren de deforestación que es más agresiva que la que sufre la selva tropical debido a la industrialización de las áreas para hacer granjas de camarones o para construir el desarrollo urbano costero con fines turísticos.

Una vez más, debemos comenzar a tomar conciencia de las consecuencias de las actividades actuales y nuestras formas y medios de vida para tomar las decisiones correctas y tratar de generar cambios en nuestro comportamiento y así evitar que el medio ambiente se deteriore aún más.